IV Simposio de Arte Rupestre
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								Martha Ortiz Malmierca
Agencia de Cultura La Rioja 
  Subgerencia de Patrimonio  Cultural 
  Area de  Arqueología 
  La presente nota es producto de  reflexiones sobre relevamientos  llevados a cabo por la autora y el informe  publicado por la Agencia de Cultura de La Rioja, “Complejo rupestre Piedra  Pintada ” de Martha Manarini sobre las campañas  realizadas en 2000, en la localidad de Chuquis  Departamento Castro Barros. 
     El arte rupestre de La Rioja tiene connotaciones excepcionales tanto por  la calidad como por la abundancia de los hallazgos sobre todo en la región de Famatina y la de Los Llanos al Sur de la provincia.  (Aparicio, F. 1939., Cáceres Freyre, J. 1956., Lorandi,  A.1966., Schobinger, J. 1966., de la Fuente, N.  1973., de la Fuente, N. Arrigoni, G. 1971., Gonaldi, M. 1985). Sin embargo esto no se repite en igual  grado en la zona estudiada, por lo que consideramos este aporte reviste gran  importancia. 
  Piedra Pintada SLar Cab 26, se  encuentra ubicada en el ramal oriental del faldeo oriental de la Sierra de  Velasco al Norte de la Provincia de La Rioja Departamento Castro Barros, en la  denominada región de la Costa. Más   específicamente,  se ubica a los  28° 55’30’’ Latitud Sur y 66° 52’ 19,8’’Longitud Oeste. 
    Su ubicación espacial específica  implica elecciones preferenciales que dan cuenta de la funcionalidad del sitio,  la territorialidad del grupo productor y su mobilidad.  Esta investigación está  enmarcada dentro  del “Proyecto Loma Pircada” considerando a Piedra Pintada como un sitio más  dentro nuestro registro. Las actividades de producción de pinturas o gravados  rupestres deben ser consideradas en relación al total de actividades que  definen la función del sitio en relación al sistema de asentamiento y  subsistencia del grupo productor ( Aschero, C.  1988)  
    El espacio cultural de cada  comunidad es una creación determinada por su relación con la naturaleza  definiendo un paisaje significante; el arte rupestre juega un rol preponderante  en este proceso. 
    Esperamos que los resultados de  la investigación contribuyan tanto a detectar las variaciones del uso del  espacio como los procesos socio economincos del grupo  , inmersos en un paisaje cultural determinado. 
  La región ocupa una angosta  depresión tectónica producida entre los ramales oriental y occidental en que se  divide el faldeo oriental de la Sierra del Velasco que se abre hacia el  Norte de la Ciudad de La Rioja hasta la  Puerta de Arauco, en dos ramales diferenciados. 
    Ellos son diferentes, el  occidental más elevado, abrupto y de relieve irregular que el oriental, fue el  preferido para la instalación humana. Sin embargo nuevas investigaciones nos  permiten registrar remanentes en este último en la denominada Sierra de Abajo,  entre los que distinguimos a el sitio con representaciones rupestres al que los  lugareños llaman Piedra Pintada. ( Ortiz Malmierca,  M. 2001)               
    El Velasco nace en los Colorados  a 16 Km de Patquía,  terminando en la Puerta de Arauco, donde empalma con las Sierras de Mazán y Ambato, de 4.257 msnm  pierde altura progresivamente hacia el norte hasta los bordos sedimentarios de Chimiyago, Udpinango y Arauco (  Castaño, F. 1981).  Constituida de rocas  cristalinas de la edad Precambrica es la más antigua  de la región y el más importante afloramiento de las Sierras Pampeanas en La  Rioja (Tineo, A. Aceñolaza,  F. 1970). 
    En más de 50 Km. de su totalidad  se emplazan diez pueblos o localidades de norte a sur: San Pedro, Santa Cruz, Anjullón, Los Molinos, Anillaco, Aminga, Chuquis, Pinchas, Agua  Blanca y Las Peñas ocupando la depresión existente entre los dos ramales de 40 Km de ancho y una superficie de 1.420 Km  cuadrados. Emplazados en las laderas y el pedemonte  en valles independientes a orillas de ríos que la cruzan transversalmente, los  pueblos de la Costa son como pequeños oasis enclavados en estas áreas  desérticas poseen un clima benigno apto para la agricultura y la producción de  frutales. ( Raviña, G. Callegari,  A 1992)  
    Ubicada dentro de la región  climática del monte occidental con lluvias escasas predominantemente estivales  de tipo torrencial, el agua es un recurso relativamente insuficiente y precario  influyendo este hecho en el establecimiento de las comunidades desde tiempos  remotos. Producto de deshielo las aguas corren favorecidas por la pendiente,  régimen común a las regiones a lo largo de la cordillera de los Andes, pero en  este caso muchos de estos cauces permanecen secos durante la mayor parte del  año pero reactivan su cauce y aumentan su caudal cuando se producen los  deshielos de las cumbres nevadas o coincidentemente con las precipitaciones,  también estivales. 
    Agua y orografía son dos  elementos, como vimos, muy importantes a tener en cuenta cuando estudiamos a  las comunidades humanas de este territorio ya que son dos elementos que  influyen marcadamente en la vida. Las condiciones de relieve, densidad de la  vegetación, cursos hídricos y localización de las poblaciones están íntimamente  relacionados (Díaz, R. 1989) 
    El carácter continental de su  suelo con presencia de cordones montañosos en cuyas altas cumbres se originan  los cursos y arroyos y ríos que forman redes hidrográficas cuyo drenaje se  efectúa en depresiones que conforman valles y llanuras. 
    Por la disposición longitudinal  de los cordones montañosos que atraviesan el territorio y conforman barreras  climáticas escalonadas de Este a Oeste el territorio de la Provincia se  encuentra sometido a condiciones de aridez 
    Los ríos aludidos son  tributarios del río de la Punta, que nace en Pampa Grande y corre de Sur a  Norte,  pero las aguas no llegan en forma  permanente ya que las mismas se infiltran en los terrenos sedimentarios o son  recogidas en tomas en las partes más altas para consumo y riego. El río de la  Punta, corre de Sur a Norte paralelo a la Sierra de Abajo recostado sobre el  ramal oriental del Velasco. 
  Se accede al sitio por un camino  de tierra desde la ruta N° 74 en el Km. 75  aproximadamente 15 Km al Este, hasta el Río de la  Punta donde se comienza el ascenso. Cruzando pequeños arroyos tributarios del  Río de la Punta, como el Ichiyura se accede al campo  del  Pozo de la Mora donde registramos  piedras con morteros y estructuras de piedras sin hallazgos de otro material  cultural.( Ortiz Malmierca, M. 2001) 
    Al acceder a la cima montañosa,  el paisaje se modifica y allana en un espacio circundado por sucesivas lomas  bajas que constituyen , un monumental anfiteatro natural. En el centro de ese  emplazamiento particular,  se destaca el conjunto  rocoso de grandes dimensiones que posee   pequeños  aleros, con un perimetro total de 398 metros. 
    Las representaciones se encuentran emplazadas  sobre la pared interior del alero ( SLar Cab.26.1) ,en la parte trasera del abrigo (SLar Cab. 26.2) ( SLar Cab.3) (SLarCab26.4) 
  (Manarini, M. 2001). 
    En (SLar  26.1) la técnica empleada es pintura sobre soporte rocoso con colores blanco,  rojo, ocre y en menor cantidad el negro; no se realizaron análisis de los  pigmentos. La aplicación de la pintura aparenta ser de pintura directa posiblemente con hisopos o dedos, aplicando una base de  color blanco sobre la superficie, directamente sobre la piedra, en  algunos casos incisos superficialmente. La pintura blanca sirve de base de los  colores. 
    Siguiendo el plano que sugiere  la superficie de la piedra, se observa el desarrollo de formas independiente en  cada o friso o superficie pintada. Los motivos, no parecen haber sido  influenciados por la contextura y rugosidad del soporte. 
    El panel I  ubicado en la parte superior, presenta dos conjuntos de trazos en líneas  verticales, dispuestas horizontalmente en orden secuencial. Ambos conjuntos  están separados por un trazo en forma de cruz 
    La altura en que esta dispuesto  el desarrollo gráficoes inaccesible,  por lo cual se estima que se haya acudido a algún recurso de altura, quizás una  simple escala o pirámide humana, que le permitiera el trazado de las líneas. 
    En el panel II que presenta la  mayor cantidad y variedad de grafismos y superficies pintadas, que en rojo,  ocre y blanco, se extienden sobre el muro de piedra desarrollando formas de  estilo esquemático y geométrico. Es el friso central del abrigo y el que, por  su altura accesible y vasta superficie, constituye la superficie de mayor  aptitud, dentro del complejo para lograr condiciones de máxima visibilidad. 
    El Panel III repite motivos  esquemáticos simples, difíciles de ser colectados, dado el deterioro ocasionado  por las inclemencias y el transcurso del tiempo a que esta expuesto esta  sección del abrigo, que por su ubicación - la inferior y equidistante respecto  al suelo - es la sección pintada menos protegida del abrigo. 
    La visibilidad de los dibujos es  escasa, dada la angulatura del panel utilizado como  soporte, que lo aleja de la exposición frontal. 
    Los motivos son : círculos con  demarcación de su centro, líneas curvas dentadas en forma de peine, motivos  lineales enmarcados cuadrangularmente, trazos de líneas secuenciales separadas  por una cruz, una composición compuesta por dos triángulos isósceles unidos por  sus vértices, todos los diseños responden al estilo esquemático, sin referencia  figurativa identificable. 
    Circundando al abrigo por su  parte posterior, se descubren otras pinturas (SLar Cab 26.2)  una de  ellas emplazada en altura permite una descripción más acabada. El motivo es,  dentro del estilo esquemático, un diseño lineal complejo. ( Manarini,  M. 2001) Las líneas se distribuyen determinando un dibujo interior enriquecido,  de riguroso equilibrio simétrico a semejanza de formas ornamentales del  denominado estilo heráldico por su composición  simétrica y ordenada de elementos en el plano, según Reigl  1893 citado por Manarini. La forma es cerrada y  lineal, de curvatura cuadrangular. En el lado superior, presenta a cada extremo  de su angulatura lateral, dos líneas curvadas sobre  sí mismas a modo de volutas imperfectas o  ganchos, en dirección superior externa. En los extremos internos nacen dos  líneas ondulantes serpenteadas, que  se extienden lateralmente en dirección al lado inferior. El diseño central,  esta compuesto por un doble par de líneas divergentes, que se repiten  oponiéndose: un par nace desde el lado superior y el otro par, desde el lado  inferior, todas las líneas finalizan curvadas sobre sí mismas. 
  El objetivo de esta ponencia es  el de reflexionar sobre la elección de un espacio para una actividad  determinada, en este sentido Piedra Pintada se presenta como un sector  definido de ocupación del espacio para realizar representaciones en rocas.  Consecuente con ello analizamos el espacio de emplazamiento de las  representaciones  en relación a la  posible funcionalidad del sitio y a la movilidad de los grupos que lo usaron. 
    Analizando los rasgos que  observamos en su localización espacial, detectamos el emplazamiento del soporto  rocoso  al aire libre no en interior, los  aleros son muy pequeños, la iluminación es natural.  El acceso es generalizado, lo caracteriza una  visibilidad total y que podría estar relacionado con los sitios registrados en  la zona como Pozo de la Mora. 
    Las superficies cubiertas por  las representaciones son un porcentaje mínimo con respecto al tamaño del  soporte, seleccionando las paredes lisas. 
    El complejo aparece como un  conjunto unitario que se puede abarcar con un solo golpe de vista y con una  concepción  escenográfica. 
    Predomina la figura individual  con ausencia de argumento lo que hace muy dificil la  referencia al tiempo. 
    La intencionalidad está  manifiesta en la ubicación en altura de los motivos para logar  la máxima visibilidad de las pinturas respecto al anfiteatro natural de lomas  bajas en que se emplaza el abrigo. 
    Al sitio lo constituyen además  del soporte con las representaciones una superficie de observación y  circulación la que continiente diversos campos  visuales para la observación. 
    Este emplazamiento  lo señalan como un espacio privilegiado para  una acción diferenciada de lo cotidiano, posibilitando su utilización, a ser  connotado de elementos sensibles de la relación hombre-naturaleza y dando  acceso a las categorías que conciernen a lo trascendente. 
    El Complejo Rupestre Piedra  Pintada se convierte en uno de los sitios privilegiados para apreciar esta  interacción, cuando las categorías referenciales del vínculo a lo sagrado y el  quehacer plástico significante, hallan en el espacio ritual, al hábitat protagónico. 
     Las formas naturales y el emplazamiento elegido en la pared rocosa  constituyen la asociación más evidente. Entre el signo y su emplazamiento hay  una relación concreta, física, que obedece a una elección bien precisa, sea  consciente o inconsciente.  
    Los elementos espaciales que  conforman y distinguen al sitioPiedra  Pintada, admiten haber sido connotados semánticamente, y junto a las pinturas -  que en Piedra Pintada se hallan exhibidas  – son susceptibles de haber integrado un  sistema de significación para el hombre. 
    Los  abrigos y alrededores fueron usados en gran parte, como lugares predilectos  donde se celebraba el ritual el que se cumplía no solo en sitios ceremoniales  bien planificados y definidos también se realizaba en otros lugares naturales  sin mayor preparación arquitectónica (González, A. R. 1999) 
    El espacio no es tan solo  continente tambien es medio de acción, una producción  social donde se combina lo cognotivo con lo  emocional, en el caso de un espacio sagrado simbólico y mítico este está  repleto de significados.( Callegari, A. 1999) 
    La producción artística en este  caso no es concebida como un objeto para ser contemplado y gozado  estéticamente, sino que es portador de un valor de uso, tiene una función y  esta es comunitaria. 
    El particular emplazamiento de  Piedra Pintada, vuelve vigente la reflexión de cuanto la obra del hombre logra  significar y trasmitir, si se la exhibe emplazada en su lugar de origen;  cualidad que en su generalidad concierne y privilegia a esta suerte de museos  al aire libre, que nos brinda el arte rupestre. 
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Fig. 1 Diseño heráldico “Piedra Pintada” 
    
 
Fig. 2 Motivo complejo de doble triángulo