IV Simposio de Arte Rupestre
DISTRIBUCIÓN ESPACIAL Y CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL ARTE RUPESTRE EN LA REGIÓN SUROESTE DE LA PROVINCIA DE VERAGUAS - REGIÓN CENTRAL DE PANAMÁ
Alexis Mojica Abrego
Universidad de Panamá. Facultad de Ciencias Naturales,
Exactas y Tecnología.
Departamento de Física, P.O. Box 10761, Universidad de Panamá.
Panamá, República de Panamá.
amojica27@netexplora.com
RESUMEN
La presentación de este trabajo se encuentra enfocada en el marco de un estudio introductorio sobre la comparación y características de ciertos diseños del arte rupestre en petrograbados utilizados por grupos aborígenes que habitaron la región central del istmo de Panamá, y más específicamente, la zona suroccidental de la provincia de Veraguas. A esto se incluyen algunos análisis petrográficos sobre las rocas en las cuales aparecen representados los bajorrelieves. Por otro lado, un sistema de posicionamiento global (GPS) fue utilizado con el objetivo de estudiar la distribución de dichos diseños sobre la superficie de la zona anteriormente mencionada.
RESUMO
A apresentação deste papel é focalizada em um estudo introdutório sobre a comparação e características de certa arte de pedra projeta, possivelmente fez por grupos de amerindian que moraram na região central de Panamá, especificamente a zona ocidental sul em província de Veraguas. Também, alguma análise de petrographical nas pedras esculpidas, enquanto contendo certos desígnios, é incluída. Um sistema de posicionamento global (GPS) foi empregada para estudar a distribuição desses desígnios previamente na superfície da zona mencionou.
SUMMARY
The presentation of this paper is focused in an introductory study about the comparison and characteristics of certain rock art designs, possibly made by amerindian groups who dwelled in Panama 's central region, specifically the south western zone in Veraguas province. Also, some petrographical analysis on the carved rocks, containing certain designs, are included. A global positioning system (GPS) was employed in order to study the distribution of those designs upon the surface of the zone previously mentioned.
INTRODUCCIÓN
El concepto de cultura se encuentra fundamentado en una visión sistemática y objetiva de nuestro pasado. Dicho concepto involucra una actividad de rescate del legado histórico; de esta manera, cultura y rescate se complementan entre sí, dando al final un significado completo sobre la verdadera valorización de nuestra idiosincrasia como país. Sin estos conceptos claros, el proceso de endoculturación de las nuevas generaciones no tendrá ningún significado, y en este marco, enfocamos nuestro estudio, de manera general, hacia la caracterización, comparación y ubicación de los diseños del arte rupestre en petrograbados, en la región suroccidental de la provincia de Veraguas, con el fin de tener una idea de las regiones habitadas de nuestro país, antes de/y en la época de la conquista hispánica (ver rectángulo en la figura 1).
Figura 1: Cuadro que ubica la zona de interés sobre la franja istmeña.
Los bajo relieves grabados en roca, sobre esta región, aparentan presentar animales y cuerpos celestes. Estos últimos son los más comúnmente representados en piedra. De acuerdo a (Ross, 2001: 546) este hecho pudo darse en relación a prácticas shanzanísticas en dichos sitios de arte rupestre, como también puede ser un sistema de información geográfico, astronómico y de recursos faunísticos.
Debido a la limitación de la información científica concerniente a la ocupación humana prehispánica en dicha región, este trabajo introductorio tiene como objetivo, profundizar un poco sobre la evidencia de petrograbados existentes en la región, es decir, sobre su posición geográfica (una base de datos), dimensiones y características petrográficas de los principales bajo relieves de la zona. En este aspecto, la limitación de la información que se tiene, debida a la excavación no controlada y al difícil acceso a los sitios arqueológicos, dificulta establecer una datación fija para los petrograbados.
En primera instancia se discuten, a manera de resumen, algunos tópicos geológicos relacionados con el ambiente geomorfológico y paleogeográfico de la región de interés, seguido de un breve marco cronológico sobre la ocupación de los grupos aborígenes en la provincia de Veraguas, y luego, la distribución regional y características físicas de los principales sitios de arte rupestre en dicha zona.
BREVES NOTAS GEOLÓGICAS DE LA ZONA
De acuerdo a literatura reportada por (Atlas Nac. de la Rep. de Panamá, 1988: 4), es posible definir algunas unidades geomorfológicas de la región central del istmo de Panamá, como las regiones montañosas del suroeste de la provincia de Veraguas, las cuales se disponen en zonas de colinas, de sistemas de cerros y cordilleras que se encuentran separados por cuencas sedimentarias y están conformadas por rocas ígneas volcánicas e intrusivas, sedimentarias y metamórficas. Por otra parte, las colinas y cerros que se observan, no solamente en dicha provincia, sino también en otras latitudes a lo largo del istmo, parecen corresponder a restos de unidades mayores. Las mismas constituyen regiones de elevaciones moderadas, compuestas básicamente por material sedimentario.
Por otro lado, la paleogeografía istmeña refleja que las rocas más antiguas conocidas hasta el momento, se encuentran ubicadas en la parte suroeste (sección extrema) de la Península de Azuero y la Península de Soná, esta última correspondiente a la sección suroccidental de la provincia de Veraguas. Estas rocas metamorfoseadas en las facies de los esquistos verdes, posiblemente constituyeron intrusiones hipoabismales submarinas del tipo picrita, basalto picrítico y quizás espilita (Del Giudice, 1978: 7). De acuerdo a estas investigaciones, existe evidencia sobre la formación de un archipiélago de islas volcánicas que se encontraba ubicado entre el bloque centroamericano y la sección oeste de Colombia; dichas islas estaban constituidas básicamente por piroclastitas, basaltos y andesitas durante el período Cretácico Superior; la existencia de efusiones volcánicas se dio al margen de dicho sistema de islas, y prueba de ello es la discontinuidad que presenta el sedimentario cretácico en el sur de Veraguas, Coiba y la Península de Azuero.
En la sección oeste de Soná, no hay pruebas sobre la existencia de islas durante el período Cretácico. A lo largo del Eoceno, la actividad volcánica se hace notable en dicha región, con la expulsión de enormes cantidades de lava basáltica; es en este período, en donde se dan lugar a los principales movimientos tangenciales relativos a la separación y alejamiento de la Península de Azuero con las demás zonas orientales. Durante el período Oligoceno, las zonas aledañas al suroccidente de Veraguas experimentan un levantamiento acompañado también de actividad volcánica.
INDICIOS DE POBLAMIENTO PRECOLOMBINO EN EL SUROCCIDENTE DE VERAGUAS
De acuerdo a la documentación reportada por (de Blas et al., 2000: 26 - 27), los primeros pobladores del continente americano debieron atravezar el estrecho de Bering hace unos 40.000 años AC aproximadamente, extendiéndose de manera lenta desde Alaska hasta el istmo de Panamá. Sin embargo, se hace necesario señalar una segunda migración en 12.000 años AC, debido a la implantación de varias familias lingüísticas. Por otro lado, ciertos trabajos de investigación arqueológica llevados a cabo en el sur de Chile (sitio de Monte Verde), muestran una ocupación humana que muy probablemente se extiende desde 12.500 y 20.000 años, lo que corrobora lo señalado con anterioridad (Plumet, 2001: 81). Estos, al igual que otros trabajos de investigación científica, revelan que dichos habitantes nómadas, se consagraron a la caza y recolección de productos (cierto tipo de animales y frutas silvestres).
Los grupos humanos precolombinos se encontraban limitados de instrumentos y otro tipo de utensilios que les hubiesen facilitado su modo de vida, y todo esto debido al desconocimiento que se tenía de la existencia del hierro, de las aleaciones y de otro tipo de metales. Es por esta razón que gran parte de sus actividades, las desarrollaban empleando piedras, las cuales eran talladas, moldeadas y pulidas de acuerdo a las necesidades. Estas abarcaban la casería de animales salvajes, las actividades agrícolas y belicosas, y también la probable necesidad de ubicación sobre el territorio. En realidad, estas piedras corresponden a los utensilios más antiguos que se conocen en Panamá, y gracias a sus características físicas, es posible ubicarlas en el horizonte paleoindígena; se habla de un período comprendido entre 9.500 a 8.500 AC (Cooke, 1998: 91).
Hoy día es posible observar, sobre la zona que cubre el suroccidente de la provincia de Veraguas, una cantidad considerable de sitios de arte rupestre en petrograbados, los cuales corroboran el fenómeno de poblamiento en dicha región. Por otro lado, la información suministrada por (Harte, 1960: 1) sobre sitios de arte rupestre en otras provincias, sugiere que los diseños fueron tallados con instrumentos primitivos hechos de piedra.
Gracias a los trabajos arqueológicos llevados a cabo en las ramas de la paleoecología, es posible tener una idea, no solamente de las actividades agrícolas que se desarrollaron, sino también, de un contexto cronológico sobre las ocupaciones de las principales poblaciones precolombinas sobre el territorio istmeño. Prueba de ello lo constituye la ocupación de un grupo humano en La Yeguada , localizado al norte de la provincia de Veraguas; dicha ocupación ha sido fechada por alrededor de 9.100 AC en donde las primeras actividades humanas se remontan a la época paleoindígena.
En este mismo contexto, las investigaciones arqueológicas realizadas por (Cooke, 1998: 93) han permitido identificar restos de actividad humana del período que se extiende desde los 8.500 hasta 5.000 años AC, en los sitios arqueológicos de Corona, Los Santana y Carabalí, los cuales se ubican cerca del sitio de la Yeguada.
Ciertos grupos humanos de otras regiones del istmo se encontraban en la necesidad de salir de sus zonas de ocupación en búsqueda de rocas duras que les permitiesen construir utensilios, pues la escasez de dichas rocas sobre la región era notable; sin embargo, en el suroeste de Veraguas, la presencia de rocas ígneas es evidente, lo que conlleva a pensar que las poblaciones que habitaron la región tenían la materia prima necesaria.
La información redactada por las cronistas durante la ocupación española, señala una diversidad lingüística que se extendía a lo largo de las provincias centrales, a diferencia de la cultura Cueva, la cual predominaba en gran parte de la región oriental del istmo. Las incursiones llevadas a cabo por los españoles hacia la provincia de Veraguas, contribuyeron a identificar una diversidad étnica notable entre los diferentes pueblos existentes, no solamente desde el punto de vista lingüístico, sino también socio político (Torres de Araúz, 1999: 75 - 76). En esta diversidad, figuraban los cacicazgos de las provincias de Coclé y Veraguas, y de la península de Azuero.
Es muy probable que gran parte de los cacicazgos se vieron forzados a retirarse hacia las tierras altas ubicada al norte de la provincia, todo esto debido a los constantes enfrentamientos por parte de los europeos, ya que es escasa la evidencia arqueológica o histórica de que los pueblos aborígenes hayan existido alguna vez en las montañas más allá de las llanuras costeras del occidente panameño (Young, 1993: 18).
Estos resultados nos dan una idea, a escala temporal, de la ocupación humana pasada en la provincia de Veraguas.
Las necesidades de alimentación y probable ubicación, entre otras actividades desarrolladas por los antiguos pueblos indígenas en Veraguas, conllevó a la fabricación y adquisición de utensilios que, de acuerdo a sus características y su grado de elaboración, podrían clasificarse, la mayoría de ellos en un período temprano comprendido entre 1 al 1.500 DC (Cooke, 1998: 102). Como ejemplo de ello, pueden citarse las hachas y puntas de lanzas encontradas en el suroccidente veragüense.
DISTRIBUCION REGIONAL Y CARACTERISTICAS FISICAS DE LOS SITIOS DE ARTE RUPESTRE EN PETROGRABADOS
El análisis sobre la distribución del arte rupestre en petrograbados, a lo largo de la zona suroccidental de la provincia de Veraguas, fue llevado a cabo con el sistema de posicionamiento global de tipo relativo durante los meses de enero a abril de 2000. Con el mismo, fue posible tener información sobre las coordenadas geográficas y la situación actual de los satélites. Este sistema permite conocer la posición geográfica con un grado de dispersión considerable. Una vez completada la adquisición, entonces fue posible especificar los sitios de interés sobre un mapa a escala con la ayuda de softwares especiales.
Es muy característico en los diseños, la representación de animales y objetos celestiales (posiblemente el sol en todos los casos). A diferencia de los petrograbados que se ubican en otras latitudes en el istmo de Panamá, los del suroccidente de Veraguas se encuentran caracterizados por lo que parece ser una representación del sol, cuyos diámetros no sobrepasan los (50,00 ± 0,05) cm.
El sitio de Piedra Santa
Este sitio de arte rupestre se encuentra ubicado en la región del Nanzal, corregimiento de Cativé, a 6,0 millas hacia el sur de la población de Soná; con coordenadas geográficas: N07°56,075' y W81°22,047'. Son seis en total, los motivos grabados que se observan sobre la roca volcánica del sitio (ver Figura 2), de los cuales cinco aparentan representar al sol, con diámetros de círculos concéntricos que varían desde los (8,00 ± 0,05) cm hasta los (1,75 ± 0,05) cm. Los resultados de estas mediciones se especifican en el Cuadro 1.
Figura 2: Arte rupestre en el sitio de Piedra Santa (El Nanzal - Cativé).
De los cinco diseños que aparentan representar al sol, fue posible medir las dimensiones de cuatro, ya que el quinto, que se encuentra en la parte inferior de la característica 1, se encontraba completamente alterado.
Cuadro 1: Dimensiones de los círculos que contienen las diferentes características (aparentes diseños solares) del sitio de arte rupestre de Piedra Santa.
Característica |
Diámetro externo ± 0,05 cm |
Diámetro central ± 0,05 cm |
Diámetro interno ± 0,05 cm |
Dimensión total ± 0,05 cm |
1 |
8,00 |
5,00 |
2,00 |
42,00 |
2 |
6,00 |
4,00 |
1,70 |
35,00 |
3 |
4,50 |
1,50 |
- |
30,00 |
4 |
- |
- |
- |
27,00 |
Cabe destacar que no todos los diseños solares mostraban la misma cantidad de círculos concéntricos, tal como lo especifica el Cuadro 1. La última columna representa la dimensión total de éstos.
El sitio de Piedra del Sol
Este sitio se encuentra ubicado en la región noreste del pueblo de Soná, a una distancia de 2,5 mi del mismo. Las coordenadas geográficas registradas para este sitio fueron de N8°1,237' y W81°17,756'. El número de diseños solares que se observan sobre la piedra principal hacen en total dos, sin mencionar no solamente las demás expresiones solares grabados en otras rocas aledañas, sino también la gran cantidad de motivos que posee la mencionada piedra principal. Con respecto a la naturaleza de los aparentes diseños solares (solo uno en este caso), las dimensiones de los círculos concéntricos están alrededor de los (1,50 ± 0,05) cm para el círculo interior, y cerca de (5,50 ± 0,05) cm para el círculo externo, de diámetro. Las fotografías de la Figura 3 ilustran la naturaleza de los diseños del arte rupestre grabados en la roca principal.
Figura 3: Fotografías que muestran las secciones sur (izquierda) y norte (central y derecha) de la roca principal del sitio de Piedra del Sol, distrito de Soná - provincia de Veraguas.
El sitio de Bajos del Cobre
Se encuentra ubicada a 1,2 mi del poblado de Soná, con coordenadas geográficas: N7°55,543' y W81°23,543'. En esta roca de origen volcánico, se hace evidente la representación de posibles diseños solares y de animales (Figura 4). En total, se pueden identificar 3 diagramas solares, con dimensiones diferentes que no sobrepasan los (35,00 ± 0,05) cm. En el Cuadro 2 se presentan los resultados de las mediciones llevadas a cabo en el sitio.
Cuadro 2: Dimensiones de los círculos contenidos en los diseños solares del sitio arqueológico de Bajos del Cobre.
C aracterística |
D iámetro del círculo (± 0,05 cm ) |
D imensión total (± 0,05 cm ) |
A |
8,00 |
30,00 |
B |
14,50 |
35,00 |
C |
11,00 |
26,50 |
Figura 4: Fotografía de posibles representaciones solares y de animales salvajes en Bajos del Cobre.
El sitio de San Juanito
Localizada a 2,2 mi del poblado de La Soledad y a 9,1 mi del pueblo de Soná, con coordenadas geográficas: N7°52,481' y W81°19,432'. La piedra se caracteriza porque muestra un solo diseño de arte rupestre, concerniente a una posible representación solar, con dos círculos concéntricos exterior e interior, cuyos diámetros están en el orden de (18,00 ± 0,05) cm y (13,50 ± 0,05) cm, respectivamente. El diámetro total del petrograbado está en el orden de los (48,00 ± 0,05) cm.
Este diseño difiere un poco de los existentes en los sitios de Piedra Santa y Bajos del Cobre, descritos con anterioridad, en el sentido de que el mismo contiene dos líneas perpendiculares entre sí, limitadas por el círculo interior, tal como lo ilustra la Figura 5. La gran mayoría de los diseños solares encontrados hasta ahora, se caracterizan por la existencia de círculos concéntricos.
Figura 5: Petrograbado de San Juanito (Corregimiento de la Soledad - Soná).
El mapa de la Figura 6 representa la distribución de los sitios de arte rupestre en el suroccidente de la provincia de Veraguas.
Figura 6: Distribución de los sitios de arte rupestre en el suroccidente de la provincia de Veraguas.
Por otro lado, es importante señalar que una de las posibles características solares existentes en el sitio de Piedra del Sol (en la región norte de la zona considerada), y que no se encuentra especificada en la Figura 3, posee casi las mismas características solares de la piedra del sitio de San Juanito (ubicada al sur de la región considerada); es decir, que tanto la geometría de las líneas perpendiculares encerradas por el círculo interior, como el número de líneas perpendiculares al círculo externo, son muy similares. Además, los diseños de estos dos sitios de arte rupestre, los cuales se encuentran separados por una distancia de alrededor de 10,6 mi ( 17,1 km ), poseen el mismo número de círculos internos concéntricos. Estos resultados pueden corroborar las observaciones señaladas sobre la estrecha relación que pudieron haber mantenido los grupos humanos en esta región, ya sea por el comercio de utensilios o por otro tipo de actividades.
Por otro lado, desgraciadamente las actividades de huaquería desarrolladas en los alrededores de estos sitios de arte rupestre, limitan enormemente el conocimiento que pueda tenerse sobre la naturaleza de los utensilios empleados en la confección de los petrograbados; sin embargo, los análisis petrográficos de uno de los utensilios recuperados en las cercanías de dichos sitios, podría dar una determinada idea sobre la naturaleza de estos bajorrelieves.
Los resultados obtenidos muestran que la pieza está construida de roca dura, como es el caso de las andesitas y basaltos, las cuales abundan en esta región. La misma revela un contenido considerable de plagioclasa andesínica (51%). Se trata de un utensilio (posiblemente un hacha) construida a base de una roca de estructura clástica, constituida de fragmentos irregulares de escorias lávicas vidriosas andesíticas con texturas fluidales. Los diferentes fragmentos que forman esta herramienta, son de la misma roca, con fenocristales de plagioclasa andesínica y poco fémicos (horneblenda basáltica [15%]); el vidrio volcánico intersticial se hace evidente en un 14%, mientras que el contenido de magnetita es de 5%.
Por otra parte, las rocas utilizadas por las antiguas poblaciones indígenas para confeccionar los bajorrelieves, corresponden a rocas de origen volcánico. Las que se encuentran en la zona norte del área estudiada, y que concentran la mayor cantidad de características de arte rupestre, presentan en gran parte, fragmentos angulosos o subangulosos de cristales de feldespato plagioclasa, de cristales de piroxeno y además, de un cierto contenido de magnetita y limonita. Al igual que el resultado de petrografía realizado al utensilio, estas rocas se caracterizan por su alto contenido de plagioclasa (de un 30% en adelante), y de magnetita (5% en ambos casos) la cual nos permiten clasificarla también como rocas duras de tipo toba de lapilli basalto - andesíticas.
CONCLUSIONES
Las investigaciones llevadas a cabo por algunos arqueólogos y paleobotánicos en diferentes puntos de la provincia de Veraguas, revelan un nivel de poblamiento en períodos que probablemente pueden remontarse al horizonte paleoindígena. Por otro lado, cabe señalar además que por la similitud que se presentan en algunos de los contenidos petrográficos de los posibles utensilios utilizados para la elaboración de los petrograbados en Veraguas, y las rocas que contienen los diseños de arte rupestre, es posible que los antiguos pobladores de esta zona seleccionaban los materiales de acuerdo a su dureza. El sistema de posicionamiento global empleado en este estudio, nos revela la manera en que posiblemente se encontraban distribuidas las poblaciones a lo largo de la zona de interés, lo que podría decirse, se trataba de asentamientos estrechamente relacionados entre sí, pero de una sociocultura quizás diferente a los grupos que la rodeaban.
Cabe destacar la importancia que constituye la tarea de llevar a cabo un posicionamiento de estos sitios de arte rupestre a lo largo de la franja istmeña, y correlacionarlos con observaciones astronómicas y paisaje circundante, pues las mismas servirían de apoyo a otro tipo de investigaciones, conformando de esta manera una base de datos sobre dicha información. Es necesario centrar la atención en la conservación de nuestro legado cultural, y evitar al máximo las prácticas indebidas de alteración (traslación de material cultural) y de excavación que afecten notablemente la labor de reconstrucción investigativa.
AGRADECIMIENTOS
Deseo agradecer a mi toda mi familia por el apoyo brindado, en especial a mi padre por su valiosa ayuda y guía sobre las zonas de interés; de igual manera, a la familia Pineda Rodríguez por la ayuda ofrecida en Cativé de Soná. Consigno mi más profundo agradecimiento a la Dra. Luz Graciela Joly por la exhaustiva revisión y corrección de este trabajo; al Profesor Roberto Miranda por sus valiosos comentarios, observaciones y revisiones realizadas sobre los tópicos concernientes a la geología y geomorfología regional .
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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