IV Simposio de Arte Rupestre
Un plan para la preservación y administración de los sitios con arte rupestre en la Provincia de La Pampa, Rep. Argentina[1]
M.M. Podestá
D. Rolandi de Perrot
M. Onetto
Síntesis
En este artículo hacemos referencia del Proyecto "Preservación y Administración de sitios con arte rupestre en la Provincia de La Pampa" iniciado en 1996 que se encuadra dentro del Programa "Documentación y Preservación del Arte Rupestre Argentino" (DOPRARA) que lleva a cabo el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, Secretaría de Cultura de la Nación desde 1994 y que está coordinado por D. Rolandi de Perrot.
El objetivo general del Proyecto es preservar las manifestaciones de arte rupestre plasmadas en cuatro diferentes regiones de la provincia (Valle de Quehue, Parque Nacional Lihue Calel, Cerro Chicalco y región de Chos Malal) disminuyendo o eliminando los procesos de alteración de las mismas. Estos procesos incluyen alteraciones naturales y producidas por el hombre.
En pos de este objetivo en este trabajo se presenta la información general de los sitios con pinturas rupestres, que constituyen las expresiones de antiguos habitantes del territorio provincial, y se realiza un primer diagnóstico de las causas de su deterioro tanto natural como vandálico.
Antecedentes:
El Programa DOPRARA incluye, hasta el momento, cuatro proyectos en curso. Los dos primeros dirigidos a la preservación y manejo de sitios con arte rupestre de la Patagonia Centro Meridional argentina (Podestá 1995, Wainwright 1995, Rolandi de Perrot et al. 1995 y 1997) y en la Comarca Andina del Paralelo 42º (Podestá y Bellelli 1995) [2] iniciados en 1994 y 1995 respectivamente, el tercero, comenzado en 1996, que incluye sitios de la Puna Meridional argentina (localidad de Antofagasta de la Sierra, Pcia. de Catamarca) y por último el que aquí informamos.
Este Proyecto surgió por una inquietud de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de La Pampa a través de su titular Prof. Norma Durango, preocupada por la situación del patrimonio de arte rupestre de la Provincia y en la búsqueda de un asesoramiento para su conservación y administración. Contó con el apoyo económico del entonces Ministro de Cultura y Educación, Ing. Jorge Rodríguez, quien implementó a través del INAPL una política de concientización y educación sobre la necesidad de preservar los sitios arqueológicos como parte del patrimonio cultural argentino.
Carlos J. Gradin es el director científico del Proyecto y el equipo de investigadores está integrado por A. Aguerre, D. Rolandi de Perrot, M. Onetto y M. M. Podestá. La producción fotográfica está a cargo de M. Sánchez Proaño con la colaboración de A. B. Sánchez y la vidiográfica de D. Sánchez [3]. La catalogación de imágenes estuvo en manos de C. Zubillaga.
Objetivos
Los objetivos a alcanzar durante el desarrollo de este proyecto se contemplan en dos etapas:
1ra. etapa[4]:
· relevamiento y documentación sistemática de la totalidad de los sitios con arte rupestre de la Pcia. de La Pampa a través de fichas de registro diseñadas para tal fin. En el caso de sitios ya relevados por Zetti, Casamiquela y Gradin, sólo se completará el registro faltante. En relación a los sitios de Chos Malal, se hará mención de la documentación de la Lic. Aguerre actualmente a cargo del estudio de los mismos.
· relevamiento foto y videográfico de los sitios.
· relevamiento de los casos de alteración (naturales y antrópicos) de cada uno de los sitios registrados para determinar los procesos de deterioro actuantes. Recolección de muestras.
· análisis de las causas de deterioro del arte rupestre. Procesamiento de las muestras.
· formación de un archivo documental de imágenes digitalizadas de los sitios con arte rupestre.
· preparación de una exhibición fotográfica.
· elaboración de un primer informe "Documentación y diagnóstico del estado de preservación de los sitios de arte rupestre de la provincia de La Pampa"
2da. etapa:
· programación de un plan de administración de los sitios
· intervención de los sitios con arte rupestre para frenar su proceso de deterioro en los casos que se considere estrictamente necesario: eliminación de graffiti, limpieza de excrementos, nidos, líquenes , etc.
· interacción con las autoridades locales, provinciales y nacionales para optimizar el manejo de los sitios en estudio.
· proveer a los particulares y organismos provinciales y nacionales, encargados del control de acceso y preservación de los sitios, de la documentación e informes necesarios para la protección de los mismos mediante su uso racional.
· proponer un plan de monitoreo para ser aplicado al manejo de los sitios.
En este artículo se sintetizan los resultados obtenidos en la 1er etapa de trabajo.
Area de investigación y sitios con arte rupestre
El área de investigación corresponde a la totalidad del territorio provincial (figura 1). En comparación con otras provincias argentinas la de La Pampa posee escasos sitios con arte rupestre probablemente por la poca abundancia de formaciones rocosas que constituyen el soporte natural de este tipo de expresiones artísticas. Es posible también que, a causa de las escasas investigaciones arqueológicas que han sido llevadas en la provincia, exista una falta de conocimiento a cerca de la existencia de sitios sobre todo en las zonas menos prospectadas y que la cantidad de los mismos aumente tras prospecciones más intensas.
Figura 1: localización de los sitios con arte rupestre en la Prov. de La Pampa.
Realizada por M. Sánchez Proaño.
Los sitios visitados a los fines de esta investigación son los que ya habían sido documentados por diferentes investigadores, principalmente por Carlos Gradin, en la década del 70 y por la Lic. A. Aguerre más recientemente. Los sitios se distribuyen en cuatro diferentes regiones de la provincia que son descriptas a continuación.
1. Región del Valle Quehue: cueva Salamanca
El valle de Quehue se extiende en el centro de la provincia, con dirección NE-SO a una altitud aproximada de 300 m. snm. Su ancho es de unos 5 km y se halla flanqueado por extensos taludes que rematan en pequeñas bardas, a partir de las cuales se extiende la planicie que caracteriza la topografía general de la zona. El terreno es arenoso con indicios de fuerte erosión a causa de las lluvias estacionales y se halla cubierto por una densa vegetación.
El único trabajo publicado sobre el sitio Cueva Salamanca corresponde al de Carlos Gradin (1975) que visitó el sitio en 1973 a pedido de la Dirección Provincial de Cultura de la Provincia. de La Pampa como parte de un "plan de investigación, rescate y difusión de todas las expresiones del acervo histórico-cultural" de la misma. Como antecedente de este trabajo existía una documentación del sitio realizada por un grupo de alumnos de la Facultad de Ciencias Humanas.
La Cueva Salamanca se encuentra dentro de la Estancia El Puentecito, propiedad de la Sra. Soraya Stefanazzi. Se trata de una pequeña cueva de 3 m de profundidad en cuyo fondo se abre una oquedad. La altura máxima es de 1,85 m. Del soporte rocoso se extrajeron dos pequeñas muestras "...de arena fina a media con textura anisótropa que se interpreta como un paleosuelo o redepósito local; comunes ambos en los sedimentos de la región." (s/San Cristóbal,). Según la determinación del geólogo estos fragmentos están recubiertos por una costra de 1mm de carbonato de calcio esponjoso.
2. Parque Nacional Lihue Calel
El Parque, ubicado en el centro sur de la provincia, comprende parte de un grupo de serranías que emergen solitarias en medio de la llanura Pampeana, constituyéndose en una isla geológica, geomorfológica y biológica. La longitud de estas serranías es de unos 15 km por 7 km de ancho y consta de cinco collados aproximadamente paralelos entre sí con dirección NO-SE. La mayor altura está representada por el cerro de la Sociedad Científica de 600 m snm, siguiendo en altura el Cerro Fortaleza con 500, el Cerro de la Cruz de 400 y el Cerro de la Virgen con 350 m snm. Entre los collados existen valles como el de Namuncurá por donde corren cursos de agua.
La roca que conforma las Sierras de Lihue Calel está constituida por pórfiro cuarcífero y granítico rojo, cuya formación tiene un origen volcánico (Angerami 1994: 81-83). Según el geólogo San Cristóbal, la compleja interacción de todas las variables que dieron lugar a la formación de estas sierras, "da una profusa combinación de formas que hacen de las Sierras de Lihué Calel, además de un hito en el desierto, una fuente rica de materias primas satisfactoria para provisión de utensilios diversos" (San Cristóbal, com. pers.).
Uno de los aspectos sobresalientes del Parque es la abundancia de restos culturales que se concentran en una superficie no mayor a las 10.000 hectáreas. Lo excepcional del ambiente, dentro del semiárido panorama circundante, llevó a una ocupación recurrente en las Sierras de Lihué Calel a lo largo de varios miles de años.
Además de los sitios de arte rupestre se encuentran otros que son el testimonio de la antigua ocupación de la zona por parte de grupos cazadores-recolectores.
Fuentes históricas del siglo XIX citan a Lihue Calel como un sitio de reaprovisionamiento para la rastrilladas de los indios pampas que arreaban el ganado capturado hacia la zona cordillerana neuquina. En vísperas de su rendición, hacia fines de la Campaña del Desierto, el cacique Namuncurá utilizó el valle principal como asiento de sus tolderías. Hacia 1893 vivían en las sierras ocho pobladores criadores de ganado ovino y vacuno y cultivadores de cereales, legumbres y hortalizas. Otra actividad desempeñada en las Sierra, fue la explotación de minas de cobre, por lo cual la zona fue conocida como "El Mineral".
Las primeras referencias sobre al arte rupestre del Parque pertenecen a Shatzky (1954). En 1968 Zetti y Casamiquela publican un trabajo donde, entre otra información arqueológica, describen las pinturas rupestres del Arroyo de las Sierra (hoy denominado Valle de las Pinturas).
En 1973 Gradin durante su prospección tendiente a la documentación de sitios arqueológicos en la Provincia describe también las Sierra de Lihue Calel (Gradin 1975 y 1994).
Otros trabajos de síntesis posteriores corresponden a Molinari (1994 y 1997) quien da noticias de un nuevo sitio con pinturas rupestres, a Curtoni (1991) y a Consens (1995). Una primera comunicación sobre los resultados de las investigaciones que se presentan en este informe pueden consultarse en Rolandi de Perrot et al. (1997) y una breve síntesis sobre las mismas en Podestá (1997).
Las pinturas rupestres se distribuyen en pequeños aleros a lo largo del arroyo Namuncurá (sitio 4A u oquedad 4 s/Gradin y el Alero 5) y en dos aleros ubicados sobre una quebrada con agua temporaria que desemboca sobre la margen derecha de este arroyo (Sitio Cerro de la Sociedad Científica y sitio 4B.
En el Valle de las Pinturas se localizan los sitios más frecuentados por los turistas. En el sitio que denominamos Valle de las Pinturas está incluido dentro del trayecto que sigue el sendero de interpretación diseñado por Parques Nacionales y que es recorrido por los visitantes. Está ubicado en las nacientes del Arroyo de las Sierras (hoy denominado Valle de las Pinturas), tiene 6 m de ancho, 1,80 m de altura y una profundidad aproximada de 2,50 m, pero las pinturas se ubican en una visera que está entre 1 y 2 m de profundidad. Se destaca la utilización de pequeñas oquedades como soporte de las representaciones, las que por su diseño generalmente curvilíneo y redondeado, se adaptan a estas formaciones naturales.
El sitio denominado El Dolmen (s/Gradin 1975) está ubicado aguas arriba del cauce del Arroyo de las Sierras, en su vertiente SO, poco más allá de sobrepasar la altura que hace de divisoria de aguas con respecto a otro pequeño cañadón que desciende hacia el oeste. Se alcanza siguiendo el sendero de interpretación. Mide 4,80 m de largo en sentido E-O por 4,50 m de ancho en sentido N-S. Su posición es espectacular y el techo o abrigo que ofrece no impide que el viento circule libremente por debajo de ella". El soporte rocoso está constituido por roca riolítica. Las pinturas se ubican en una parte lisa del techo y están en mal estado de conservación .
Dos pequeños sitios completan el panorama de este sector del Parque: el sitio alero "La Quebradita" que se levanta sobre la margen derecha de una pequeña quebrada que desemboca en la margen izquierda del Valle de las Pinturas y esta conformado por un pequeño abrigo en el cual existen 2 o 3 hoyuelos con pinturas y el Sitio "El Mallín", un alero orientado hacia el sur y ubicado a 70 cm de altura en relación al nivel del suelo, en el que aparece una figura en zigzag de color rojo.
3. Cerro Chicalco:
Se trata de un afloramiento rocoso de escasa altura, de no más de 60 m aproximadamente, ubicado en el Departamento de Chicalco, que alcanza una altitud de 637 msnm. El cerro tiene unos 700m de largo, culminando hacia el Este en pequeñas bardas o farallones erosionadas por el agua y el viento Es allí donde Gradin ubicó dos sitios con pinturas (Gradin 1975) a los que denominó sitio A y sitio B. El soporte de los sitios lo constituyen grandes bloques rocosos desligados del basamento de granito feldespático de textura rugosa de plano cóncavo convexo a causa de agentes erosivos. Este soporte presenta formaciones de carbonato. El sitio A ocupa una posición predominantemente Este del cerro y tiene una orientación SE y el B se ubica a unos 70 m del anterior en dirección NO sobre el faldeo del cerro[5]
4. Chos Malal:
Los sitios de esta región en encuentran ubicados en el Paraje del "Bajo del Chos Malal", a 60 km al S-SO de la localidad de La Humada (NO de la Provincia de La Pampa) y escasos 3 km del límite con la Provincia de Mendoza, en lo que se denomina la Meseta Basáltica. En la zona se da la presencia de manantiales de agua permanente, que favorece el establecimiento de asentamientos actuales de crianceros. Existen importantes formaciones medanosas donde se localizaron numerosos sitios arqueológicos (Aguerre 1997a y b). El lugar donde se ubica la mayor parte de los sitios estudiados es conocido como "Piedras Coloradas" debido a la formación rocosa de coloración rojiza propia del lugar. En esta formación se abren pequeños aleros con pinturas rupestres y presencia de restos arqueológicos.
Causas de deterioro de los sitios con arte rupestre en la Provincia de La Pampa
Los dos tipos de procesos de deterioro que conducen a la destrucción parcial o total de un sitio con arte rupestre son los producidos por agentes naturales y los causados por actos de vandalismo.
A) Deterioro producido por agentes naturales:
Para la clasificación de los agentes naturales causantes del deterioro de los sitios con arte rupestre se ha tomado la propuesta por Wainwright 1995, con ciertas variantes y agregados, que incluye:
1. alteración y deformación a gran escala
2. desgaste geofísico y geoquímico como resultado del crecimiento y acreción de cristales: desgaste por la helada, agrietamiento, exfoliación; desgaste salino; alteración química; acreción superficial; florescencia y subflorescencia.
3. otros tipos de desgaste geofísico: asoleo, calor, fuego, humedad; henchimiento por humedad; abrasión y erosión eólica.
4. deterioro geoquímico: solución; oxidación; hidratación.
5. deterioro biogeofísico y biogeoquímico: microorganismos, bacterias, humus; algas, líquenes, musgos; vegetación; mamíferos; insectos; aves.
Los procesos geofísicos y geoquímicos, que incluyen casos de exfoliación, agrietamiento y filtraciones de agua, son recurrentes en los sitios analizados. La humedad constituye uno de los factores más importantes de deterioro. El efecto de la acción del agua se hace sentir de diversas maneras en los sitios. El agua interna de la roca produce el lavado de los pigmentos constituyentes de las pinturas rupestres y provoca la depositación de sales, arcillas y otros componentes minerales en las superficies rocosas conformando acreciones. Las exfoliaciones se producen por diferencias extremas de temperatura que causa la contracción y dilatación de la superficie externa de la roca conformando delgadas grietas. La humedad penetra en estas aumentando su tamaño y provoca el gradual desprendimiento de finas láminas de roca superficial (Onetto 1995:465) ocasionando la pérdida de motivos rupestres. El agua afecta también directamente a los sitios mediante las precipitaciones pluviales (Rosenfeld 1988:19).
El desarrollo de acreciones formadas naturalmente sobre las superficies rocosas y en muchos casos superponiéndose sobre las pinturas rupestres tiene consecuencias importantes para la conservación de las manifestaciones de arte (Wainwright 1995:56). En la Provincia de La Pampa interesan particularmente las acreciones de yeso (CaSO4 2H2O) que se superponen y obliteran pinturas, ocultándolas totalmente en algunos casos. Estas acreciones afectan, en mayor o menor medida, a todos los sitios estudiados. Los análisis realizados en los laboratorios del Canadian Conservation Institute han permitido la identificación, a través de la difracción de rayos-X, de acreciones de yeso en el sitio A de Chicalco que se manisfiestan con coloración blanquecina en la superficie. Estas acreciones o eflorecencias, causadas por cambios cíclicos de humedad y por la presencia de agua, son interpretadas como uno de los principales agentes destructivos del sitio. Los análisis del geólogo San Cristóbal revelan también la existencia de posibles acreciones de yeso en sitios de las Piedras Pintadas de Chos Malal y en el alero 5 del arroyo Namuncurá en el Parque Nacional de Lihue Calel.
Formaciones de carbonato de calcio sobre los soportes rocosos también son recurrentes en los sitios analizados y afectan en alto grado a las pinturas. Los análisis de San Cristóbal identificaron presencia de estas formaciones de tipo esponjoso en la cueva Salamanca en Quehue que alteran a la mayoría de los motivos de la concentración 1.
Los depósitos de sales son frecuentes también en los sitios tratados y se evidencian como concreciones salinas sobre los soportes rocosos. Una muestra de este tipo es analizada por San Cristóbal en el Alero 5 del arroyo Namuncurá en Lihue Calel.
En el sitio 4A de la quebrada del arroyo Namuncurá una grieta con gran filtración de agua afecta directamente dos sectores donde hoy son visibles manchas rojas posiblemente producto del lavado de antiguas pinturas rupestres. En el sitio Cerro Sociedad Científica una grieta con filtración de agua favorece el crecimiento de líquenes y musgo y produce exfoliaciones del soporte lo que pudo haber afectado las pinturas hoy muy poco visibles.
Las causas de deterioro biogeofísico y biogeoquímico de los sitios de arte rupestre en el Parque Nacional Lihue Calel son múltiples y variadas y de gran incidencia en el deterioro de los soportes rocosos y pinturas rupestres. Estas incluyen:
· microorganismos, bacterias, humus, etc.
· algas, líquenes, musgos
· vegetación alta y raíces
· ganado
· insectos
· aves (nidificación y guano)
Algas, líquenes y musgos:
Los líquenes abundan sobre las superficies rocosas de los sitios inspeccionados de la provincia. Los líquenes se componen de una relación simbiótica entre un alga y un hongo y existen tres especies: las especies foliosas, las fruticolosas y las crustáceas. Las primeras adquieren una forma a manera de penachos y a veces son semejantes a hojas, las especies fruticulosas son filamentos (como helechos colgantes) y las crustáceas son costras adheridas a las rocas. El talo es el hongo. Desarrolla estructuras semejantes en apariencia a las que se encuentran en los tallos y hojas de plantas. La corteza (cortex) permite la absorción de agua en época húmeda. Cuando se seca el cortex, forma una capa impermeable que previene la pérdida de agua. Para que ésta no sea impenetrable y permita la entrada de dióxido de carbono necesaria para la fotosíntesis, existen varios mecanismos, como por ejemplo poros y sistemas de fisuras en la corteza semejantes a las que se producen en la corteza de los árboles. Estas se denominan lenticelas. La hifa es la médula en donde se hallan las células del alga. Un intercambio de gases se produce a través de la misma. Los rhizinae son crecimientos en la parte inferior de la corteza como si se tratara de raíces. Éstas anclan al liquen fuertemente al sustrato, como lo hacen las verdaderas raíces en el suelo pero no desarrollan la función de absorción.
En cuanto a la acción de los líquenes sobre el sustrato hay una combinación de la acción mecánica de las hifas que penetran hasta 20 m en el espesor de las rocas calcáreas y de las silíceas de tipo granular. Debido a las sucesivas hidrataciones y desecaciones, las hifas van desagregando partículas de la superficie. A esto se une la acción de los ácidos liquénicos que actúan sobre todo sobre los sustratos calcáreos unido a procesos de tipo de quelación. Como puede verse es un proceso complejo que varía según la especie de liquen y el tipo de sustrato.
Según los especialistas los líquenes promueven el deterioro de las pinturas y el desgaste de la superficie de la roca. Bacterias, algas, hongos, musgos y plantas altas están implicadas en el deterioro de la roca pero los líquenes son los más importantes causantes del deterioro del arte rupestre por la ligazón tenaz con que se sujetan a la roca, lo que significa un problema para ser removido.
Los dos agentes más importantes de desgaste se producen por: la penetración en el sustrato rocoso por medio de las hifas del liquen y la expansión y contracción de los talos del con los ciclos de humedad y sequía. La magnitud de los efectos dependerá ampliamente de la especie de liquen y de la naturaleza de la roca. El resultado neto de la desintegración del sustrato que da como resultado un aumento de la superficie del área del mineral o roca, haciéndolo más susceptible al desgaste químico.
El desgaste biogeoquímico es facilitado por la habilidad de la médula del talo de actuar como un reservorio primitivo de agua para la capa de alga. La médula en el caso de líquenes crustosos está en contacto directo con el sustrato y esto aumenta considerablemente la posibilidad de reacciones químicas de disolución. Ya que el agua es retenida aún en épocas secas, la superficie debajo de la cobertura de líquenes estará más húmeda por más tiempo que en las áreas sin líquenes y por lo tanto se supone que se deteriorarán más rápidamente. El dióxido de carbono -producto de la respiración- se disuelve en agua, y se producen iones de hidrógeno, que es sabido que promueven desgaste en la roca y en los minerales. Estas reacciones se consideran menos importantes que las acciones de otros componentes producidos por líquenes. Uno de tales componentes es el ácido oxálico, que es un solvente para el óxido de hierro y podría por lo tanto tener un efecto serio sobre la capa de pigmento de las pinturas.
Las observaciones de Wainwright indican que las rocas que han sido invadidas por líquenes generalmente muestran una superficie corroída. También advierte una disminución de la intensidad de la coloración del pigmento de color rojo y una tendencia a desarrollar una mancha roja debajo de las pinturas (1985:26).
La mayor parte de la información sobre remoción de líquenes proviene de monumentos de piedra o construcciones de material. Hay pocos estudios detallados de remoción en arte rupestre y en general estas prácticas son desaconsejadas por ser causantes, en sí mismas, de mayor deterioro a pinturas o grabados. Hay que tener en cuenta el efecto negativo que puede producir un producto químico utilizado para remover líquenes sobre la capa del pigmento: decoloración o descascaramiento. Por ejemplo, productos químicos ácidos o básicos serían nocivos para las pinturas que ahora están cubiertas por un depósito de carbonato de calcio. Los tratamientos que sellan los poros de la roca pueden hacer más daño al atrapar aquellas sales que forman costras y que producen descascaramiento.
Lo que surge de todas estas sugerencias para remover el liquen es que habría que practicar trabajo experimental en los sitios para determinar cuál tratamiento es efectivo y seguro. Además es importante notar que los tratamientos que son buenos para edificios, piedra, y aún grabados, podrían ser dañinos para pinturas. Existe una tendencia natural a querer cepillar y sacar los líquenes de las pinturas o de usar amoníaco o lavandina. Este tratamiento es altamente destructivo.
Durante el trabajo de campo en noviembre de 1996 se tomaron muestras de líquenes del sitio Valle de las Pinturas en el Parque Nacional Lihue Calel. El análisis de las muestras estuvo a cargo del Dr. Héctor S. Osorio, del Depto de Botánica del Museo de Historia Natural de Montevideo, Uruguay.
La muestra 1: compuesta por 2 ejemplares de Umbilicaria haplocarpa N y 1. var. subhirsuta Frey. La muestra 2: compuesta por 4 especies: Usnea amblyoclada (Müll. Arg.) Mot. Es una especie fruticulosa o arbustiforme; Umbilicaria haplocarpa Ny1. var. subhirsuta Ny1, es un talo foliácea con umbilicación central; Parmelia sp. Talo foliáceo con lacinias marginales; Acarospora (Xanthothallia) sp. Talo crustáceo constituido por pequeñas escamas amarillo-verdosas.
Vegetación alta y raíces:
No se evidencia deterioro causado por la crecimiento de vegetación en las proximidades de los sitios ya que el basamento de roca que constituye el piso de los aleros se extiende por varios metros más allá de las paredes rocosas con pinturas lo que imposibilita el crecimiento de vegetación en la inmediata proximidad a las mismas.
Ganado:
Existe deterioro causado por frotación de ganado (chivos) sobre las paredes rocosas en varios de los aleros de Piedras Coloradas de Chos Malal. Este deterioro se produce por el uso del sitio como resguardo por parte de estos animales. El efecto típico producido por este tipo de acción es el desgaste de las pinturas que se encuentran por debajo de la altura de alcance de los animales. Esta acción mecánica puede resultar en la completa desaparición de las pinturas. Los excrementos de animales constituyen un riesgo potencial para los sitios con pinturas al favorecer el ascenso de agua subterránea (Rosenfeld 1988:39).
Insectos:
Es llamativa la incidencia de los insectos en el deterioro de las pinturas rupestres de los sitios del Parque Nacional Lihue Calel. Dentro de estos los que más alteran las pinturas son las avispas que construyen sus nidos sobre o en proximidad a las pinturas rupestres. Según las determinaciones del Dr. Roig Alsina del Museo Argentino de Ciencias Naturales corresponden a dos diferentes especies.
Los nidos de "cartón" de avispas sociales corresponden a la Polistes buyssoni Bréthes, perteneciente a la familia Vespidae. Es habitante de las áreas xéricas del Oeste y Centro de la Argentina llegando hasta el Sur de la Pcia. de Buenos Aires y el Norte de la de Río Negro (s/ Willink 1952, citado por Roig Alsina ), es decir que es natural del área de esta investigación. Es una avispa social que construye nidos pequeños con múltiples celdillas de abertura hexagonal. Estos nidos son construidos con una pulpa que las avispas obtienen de masticar pedacitos de corteza u otras sustancias vegetales. Los nidos están colgados de la roca por un pedicelo de modo que el área de adhesión al sustrato es muy pequeña comparada con el diámetro del nido (figura 2). Las Polistes adicionan secreciones glandulares a la pulpa que preparan para la construcción del nido. Además una vez iniciado el nido, y durante la ocupación del mismo, el pedicelo y su base son "barnizados" con una secreción glandular que funciona como repelente de hormigas, uno de sus enemigos. Otros enemigos naturales de la Polistes son, en términos generales, algunos vertebrados (pájaros) y parásitos.
Figura 2: nido de avispas sobre un soporte con pinturas.
Foto: M.M. Podestá.
Por recomendación de Roig Alsina debería investigarse la posible incidencia del pedicelo y de estas secreciones en el deterioro del sustrato ya que no existe ningún trabajo específico sobre el tema.
En relación a los abundantes nidos de barro construidos sobre los mismos soportes de las pinturas rupestres, según la opinión de Roig Alsina, a través de la observación de fotografías remitidas por el equipo de investigación, podría tratarse de especies de avispas solitarias, propias de nuestro país, pertenecientes a las familias Sphecidae, Eunemidae o Pompilidae. Existen también especies que se comportan como "inquilinas" reutilizando los nidos hechos por otras especies. Por su aspecto podría tratarse de restos de nidos de Sceliphron sp.(familia Sphecidae). Poco más tarde, analizada una muestra de nido, Roig Alsina identifica la presencia de Sceliphron sp. a través de una larva momificada existente en el nido perteneciente a los constructores del nido.
Una segunda muestra de nido permite sugerir la presencia de otro nido de Sceliphron, pero sin descartarse que haya sido construido por alguna especie de Trypoxylon (familia Sphecidae). Los nidos de las avispas de estos dos géneros pueden ser muy similares en su apariencia externa, pudiéndoselos distinguir apenas por la estructura del tapón de barro con que cierran el nido al terminarlo. En nidos viejos este tapón está roto al emerger las nuevas avispas nacidas.
En ambos casos, los nidos se encontraban reutilizados por una abeja del género Megachile sp. que se comporta como inquilina de nidos viejos vacíos. Así lo atestiguan varias celdillas formadas por trocitos de hojas (o de pétalos tal vez). Algunas de las celdillas contienen masas de polen enmohecidas y dos de ellas contenían larvas vivas de Megachile sp. en estado de diapausa.
Muchos de los nidos observados se encontraban en uso mientras otros estaban aparentemente abandonados. Por lo general ocupan sectores sombríos de los aleros y sin incidencia directa del agua. Los sectores de mayor reparo de los aleros rocosos constituyen los lugares preferentemente seleccionados para la construcción de los nidos por parte de las avispas. Es notable su presencia en el sitio Valle de las Pinturas favorecida por los grandes hoyos que presenta el soporte de la roca que brindan un excelente reparo para la construcción de los nidos. En varios aleros de las Piedras Coloradas de Chos Malal se ha constatado también la presencia de restos de nidos de avispas.
En otros países se ha informado sobre el daño causado por los nidos de barro construidos por diferentes especies de avispas sobre los soportes con pinturas. Análisis de este tipo fueron realizados en Australia por Crawford y Clarke (1974) en Kimberley, por Naumann (1983) que investiga los efectos de la Hymenoptera en Kakadu National Park (citados por Rosenfeld 1988:43-45 ) y por Watson y Flood (1987) y Naumann y Watson (1987) en sitios de Queensland. Pessis (1995:87) señala la acción negativa de avispas y otros insectos sobre los sitios con arte rupestre en el Piaui, Brasil acrecentada en los últimas décadas por la constante desaparición de especies de armadillos y osos hormigueros, predadores naturales de los mencionados insectos.
Los autores consultados coinciden en señalar la conveniencia de destruir los nidos ya que, más allá del deterioro directo que causan a las pinturas sobre las cuales se asientan, la presencia de estos, por lo general, atrae la aparición de nuevos nidos además de parásitos que son los habitantes secundarios de los mismos (Naumann y Watson 1987, Rosenfeld 1988:63, Lambert 1989:30-31). En todos los casos se advierte sobre algunos de los inconvenientes del tratamiento recomendado para su remoción.
Roig Alsina sugiere que, de tomarse alguna medida de intervención en los sitios de Lihue Calel, la más recomendable sería la aconsejada por Naumann y Watson (1987:27), es decir la remoción mecánica de los nidos durante los meses de mayor humedad a fin de que estos no promuevan la construcción de otros nuevos ya que muchas avispas tienen un comportamiento de filopatria, es decir que buscan anidar en los mismos lugares en que nacieron.
Restos de telas y huevos de arañas, no identificadas hasta el momento, han sido hallados en numerosos sitios de la provincia, sobre todo en los aleros de Chos Malal (nº 5, 6 y 7) y en el Parque Nacional Lihue Calel (El Dolmen, La Quebradita). Estos restos cuelgan del soporte rocoso y, en ocasiones, se superponen a las pinturas. El efecto producido no parece ser muy nocivo para la preservación de las pinturas.
Aves:
Otra causa que ocasiona un cierto grado de deterioro en los sitios de Lihue Calel es la presencia de aves que anidan y cubren de excrementos los soportes con pinturas rupestres (figura 3). La presencia de irregularidades en la superficie rocosa de los sitios favorece la construcción de nidos. Los hoyos del sitio Valle de las Pinturas son altamente apropiados para la nidificación y en ocasiones los nidos los cubren completamente. No se ha registrado ningún sector obliterado completamente por excrementos. Los sectores con depositación de excrementos son reducidos, tratándose de porciones de la superficie rocosa que se encuentran siempre por debajo de los nidos.
Figura 3: excremento de ave sobre pinturas en el sitio
Valle de las Pinturas del Parque Nacional Lihue Calel.
Foto: D. Rolandi de Perrot
La presencia de un nido de Ratona Común y restos de excrementos sobre pinturas se han verificado en el Alero 5 de las Piedras Coloradas de Chos Malal.
La bibliografía consultada aconseja la remoción de nidos y el lavado de los excrementos que obliteran las superficies pintadas cuando la roca soporte presenta favorables características para la aplicación de este método y la intervención no resulte más perjudicial que la causa misma de deterioro. Se aconseja el uso de detergente no-iónico y agua, experimentando previamente en algún sector alejado de las pinturas. Experiencias de lavado de excrementos, recomendadas por el especialista canadiense Wainwright, fueron llevadas a cabo exitosamente en el sitio Cerro de los Indios del Lago Posadas, Pcia. de Santa Cruz (Rolandi de Perrot et al 1995) en relación a uno de los proyectos de este Programa. Otros casos de extracción de nidos son reportados en Australia (Lambert 1989:29).
Los nidos identificados en el sitio Valle de las Pinturas son de la Ratona Común (Troglodytes aedon) (s/ el guardaparque P. Colavino y el Lic. Marcos Babarskas de APN que observó una fotografía del nido). Estos pequeños pájaros construyen nidos de estructura semiesférica en cualquier oquedad que encuentran y pueden, a veces, reutilizar el nido. Este es hecho con pequeñas ramas, hojas, palitos, trozos de corteza y otros elementos vegetales.
B) Deterioro causado por actos de vandalismo:
En contraste con los agentes naturales de deterioro, la acción producida por el hombre puede evitarse a través de la implementación de un correcto plan de administración. El creciente aumento turístico ha motivado, en las últimas décadas, un efecto devastador de los sitios a nivel mundial.
La acción vandálica, intencional o inconciente, es causante de cierto grado de destrucción de los sitios con arte rupestre de la Provincia de La Pampa. El relativo aislamiento geográfico de gran parte de los sitios analizados (Chos Malal, Chicalco y Cueva Salamanca) es un factor que, en alguna medida, ayuda a la preservación de los mismos ya que la presencia de los visitantes es escasa[6]. La correcta administración de los sitios que se encuentran dentro del Parque Nacional Lihue Calel, implementada por la APN, que cuenta con senderos y señalización de alta calidad (figura 4), además de un plan de monitoreo recientemente puesto en práctica, minimiza el potencial peligro de deterioro que podría producirse por el alto índice de turismo con que cuenta esta área protegida (7.252 visitantes durante 1995).
Figura 4: señalización en el Parque Nacional Lihue Calel.
Foto: D.Rolandi de Perrot
A pesar de esto, durante el trabajo de campo en la provincia, se han registrado casos de deterioros producidos por acciones vandálicas que se resumen a continuación.
Desprendimientos o exfoliaciones intencionales:
En la Cueva Salamanca se registra el desprendimiento intencional de un pequeño sector del soporte rocoso que motivó la desaparición definitiva de por lo menos un motivo pintado del que sólo hoy es visible un puntiforme negro (figura 5)[7]. Los actuales dueños informaron que esta acción vandálica fue producto de personas que se introdujeron en la propiedad sin autorización luego que la cueva fue difundida por televisión. La familia Stefanazzi comentó que en ocasiones se producen intromisiones para la visita de la cueva. Como se mencionó la misma se encuentra alejada del casco de la propiedad lo que dificulta su efectiva protección.
Figura 5: exfoliación en la Cueva Salamanca. Quehue.
Se nota la coloración más clara del lugar del desprendimiento.
Foto: M.M.Podestá
En el sector IV del sitio Valle de las Pinturas en Lihue Calel se observa un importante proceso de exfoliación laminar del soporte rocoso posiblemente aumentado por la extracción intencional de fragmentos con pinturas. En varias de las oquedades del sitio se han observado exfoleaciones antrópicas.
En el Sitio A de Chicalco también se registran exfoliaciones intencionales de sectores del soporte con pintura.
Graffiti, Tizados e Incisiones:
En el Parque Nacional Lihue Calel se registran casos de deterioros de soportes rocosos a través de marcaciones intencionales hechas con anterioridad al inicio del control por parte de APN. Es el caso de los graffiti "1927" y "1928" realizados con "blecke"(mezcla de solventes comunes y bitúmenes, s/San Cristóbal) en uno de los aleros del arroyo Namuncurá (figura 6), el inciso de las iniciales "GF" y las letras "FL" pintadas en negro. El blecke era muy utilizado a comienzos de siglo para marcaciones (s/San Cristóbal). En El Dolmen (Valle de las Pinturas) existe el graffiti "MATIAS" pintado en negro y otros menos visibles de cronología incierta que no se superponen a las pinturas.
Figura 6: graffiti en blecke en un alero del arroyo
Namuncurá en el Parque Nacional Lihue Calel.
Foto: M. Sánchez Proaño.
Otras evidencias de posible vandalismo pueden reflejarse en el análisis de la muestra LP3 procedente del sitio A de Chicalco analizada en el CCI (Wainwright y Helwig 1997). Esta muestra tomada del soporte rocoso cubierto de acreciones de yeso del alerito es sumamente compleja por los distintos elementos que la componen e incluye restos carbonosos que se presentan a través de partículas negras y marrones. Estas últimas fueron identificadas como un hidrocarburo (asfalto o bitumen) y las negras como fragmentos de carbón vegetal. Estos materiales carbonosos aparecen por debajo de la capa superior con pigmento de esta muestra y según la interpretación del laboratorio podrían reflejar la evidencia de un uso del sitio inmediatamente anterior a la aplicación del pigmento rojo. Una datación radiocarbónica sería factible de realizar en el caso de poder extraer suficiente material carbonoso de la muestra con lo que se obtendría un terminus a quo para la capa de pigmento que se encuentra por encima[8]. Es difícil encontrar una explicación para la presencia de bitumen o asfalto en este caso. Podría tratarse de un material similar al utilizado en la marcación de números en el alero del arroyo Namuncurá pero en el caso del alero A de Chicalco la aplicación de este material podría deberse a la ejecución de graffiti en la década del 20 o del 30.
Restos de pinturas con trazos de tiza han sido relevados en sitios del Parque Nacional Lihue Calel y en las Piedras Pintadas de Chos Malal. La presencia de tiza en el sitio Valle de las Pinturas (sectores I , II y III) responde a la antigua costumbre de tizar motivos de arte para obtener mejor visibilidad para la toma de fotografías, si bien llama la atención que esta práctica por lo general se destinaba a destacar o resaltar grabados pero no pinturas como en este caso. Según información disponible el tizado habría sido hecho antes del primer relevamiento del sitio llevado a cabo en la década del 60 (Zetti y Casamiquela 1967:17). En el sitio próximo La Quebradita se relevó el número "58" escrito con tiza blanca alejado de las pinturas. En los aleros 2 y 7 de Chos Malal se verificó la presencia de tizados de coloración verde y azul, posiblemente modernos, que responden a prácticas diferentes a las recientemente reseñadas. En este caso, posiblemente se trate, de tizados efectuados por escolares de visita en los sitios[9].
Ennegrecido por ahumado:
Una explicación plausible para interpretar la presencia de carbón en la muestra LP3 de Chicalco descripta recientemente responde a la posibilidad que se haya encendido un fogón dentro del alero y este haya afectado directamente a las pinturas que se encuentran sobre el techo del mismo ocasionando la depositación de partículas carbonosas. Una práctica semejante ha sido constatada por nosotros durante el trabajo de campo en el sitio B de Chicalco que se encontraba totalmente cubierto de negro de humo causado por el encendido de fogones en su interior. Las pinturas prácticamente han desaparecido bajo este manto negro hallándose visibles sólo algunas pocas. Gradin ya registra en 1973 esta práctica que indudablemente ha sido repetida en otras ocasiones posteriores a su visita pues el número de pinturas por él observadas es mucho más numeroso que el registrado en noviembre de 1996 por nosotros. El uso ocasional de estos aleritos en Chicalco es reafirmado también por la presencia de un altarcito ofrecido a la Difunta Correa que aprovecha el refugio natural que brinda un alerito que se encuentra en las cercanías del sitio B.
Polvo:
La presencia de polvo sobre los soportes rocosos ha sido identificada en numerosos sitios que sufren el efecto de continuas visitas. El sitio Valle de las Pinturas, el más visitado del Parque Nacional Lihue Calel, presenta numerosos sectores con polvo adherido al soporte. En este caso las pinturas se encuentran separadas del suelo por un basamento de roca de más de 3 m de largo máximo por lo que no se descarta que la adherencia del polvo pueda ser causada sólo por acción eólica y nada tenga que ver la presencia de turistas y la consecuente remoción de polvo en las inmediaciones. De todas maneras se recomienda no cortar la vegetación circundante al sitio para, de esta manera, no favorecer la circulación del polvo (Gale y Jacobs 1987:13).
Comentarios Finales:
Hemos sintetizado la distintas causas, naturales o vandálicas, que afectan a los sitios con pinturas rupestres de la Provincia de La Pampa. En la 1ra etapa de trabajo reseñada hemos identificado la principales causas de deterioro de los sitios y finalizado con la serie de tareas tendientes a la difusión del proyecto en la Provincia de La Pampa. El objetivo principal de esta difusión es promover la concientización de autoridades, turistas y público en general acerca de la importancia de preservar el patrimonio de arte rupestre de la provincia que constituye una de las expresiones simbólicas de los antiguos pobladores del territorio pampeano.
La actividad futura apuntará a la intervención de los sitios a fin de atenuar el ciclo natural de deterioro de los mismos y la acción vandálica. En el primero de los casos, se llevarán a la práctica intervenciones absolutamente necesarias y que no sean, bajo ningún punto de vista deteriorantes de las pinturas a corto o a largo plazo y siempre bajo controles experimentales previos. En relación al segundo de los casos, es decir a la acción destructiva ocasionada por el turista, se planificará, interactuando con las autoridades pertinentes o con los dueños de los establecimientos en donde se localizan los sitios, un manejo de los mismos que deberá ser monitoreado para su correcto desenvolvimiento en el tiempo.
Gran parte de esta tarea ya está siendo llevada a la práctica a través de los trabajos de administración y control realizados por la Administración de Parques Nacionales que ha atenuado y prácticamente frenado la acción vandálica ocasionada por la visita turística que aumenta año tras año dentro del perímetro del Parque Nacional Lihue Calel que constituye uno de los yacimientos con arte rupestre más importantes de la provincia. Esta situación constrasta con la posición aislada de los sitios Chicalco y la cueva Salamanca en el valle de Quehue. La posibilidad de protección de estos sitios descansa no sólo en su localización aislada sino también en su carácter de propiedad privada. Esta cualidad no es siempre un factor de seguridad de resguardo de los sitios con arte rupestre ya que desafortunadamente son comunes los ejemplos de violación de la propiedad privada con la consecuente acción vandálica. Un ejemplo es la cueva Salamanca donde se ha producido la exfoliación de un sector importante de la pared con el deseo expreso de sustraer y conservar una "recuerdo" de la visita del sitio. Ejemplos de vandalismo inconciente o no intencional son los casos registrados en Chicalco (ennegrecido del soporte rocoso). Por lo contrario la acción destructiva del hombre no es frecuente en los aleros de Chos Malal donde sólo son visibles algunos graffiti diseñados con tiza.
El objetivo más amplio de este proyecto y el deseo más profundo de quienes lo llevan a la práctica es colaborar con la Provincia de La Pampa en la perpetuación de una parte particularmente sensible de su patrimonio cultural para que los pobladores futuros puedan continuar contando con una de las expresiones más valiosas de su historia provincial.
Agradecimientos:
A diferentes autoridades que hicieron posible la realización de esta 1er etapa de trabajo: Ing Jorge Rodriguez y Prof. Norma Durango. Al personal de la Administración de Parques Nacionales: personal destacado en el Parque Nacional Lihue Calel en noviembre de 1996 y al Lic. Roberto Molinari. A todos los especialistas que colaboraron desinteresadamente en el análisis de muestras de laboratorio que se hallan mencionados en la nota 2. A los intendentes de La Humada y Quehue, pobladores y dueños de los establecimientos visitados durante el trabajo de campo, muy especialmente a las familias Stefanazzi y Sepúlveda y a nuestro baqueano Sr. Emilio Parada de La Humada.
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[1] extractado del informe "Documentación y Diagnóstico del Estado de Preservación de los Sitios de Arte Rupestre de la Provincia de La Pampa" preparado por el INAPL.
[2] ver Bellelli et al. en este número
[3] para los análisis de laboratorio de las muestras se contó con la colaboración de numerosos especialistas: Dr. Arturo Roig Alsina del Museo de Ciencias Naturales "Angel Gallardo"; Dr. Hector S. Osorio del Depto. de Botánica, Museo de Historia Natural de Montevideo, Uruguay; Dr. Jorge San Cristobal de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad Nacional de La Plata; Lic. M. Gagliardo de la Cátedra de Geoquímica. Facultad de Ciencias Exactas, UBA; Dr. H.A. Ostera de la Facultad de Ciencias Exactas, UBA; Lic. Marcos Babarskas de la Administración de Parques Nacionales; Ian Wainwright y Kate Helwig del Canadian Conservation Institute (CCI) de Ottawa.
[4] para el cumplimiento de los objetivos de la 1er. etapa que finalizó en octubre de 1997 se efectuó un trabajo de campo en noviembre de 1996 con la participación de D. Rolandi de Perrot, María Onetto, M. Mercedes Podestá y M. Sánchez Proaño. En octubre se 1997 se entregó a la Provincia la muestra fotográfica realizada por Mario Sánchez Proaño "Los Primeros Pintores Pampeanos" que se inauguró el 10 de octubre en la Sala Eduardo Dinardo de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de La Pampa y el Primer Informe. El archivo de fotografías se encuentra en la sede del INAPL.
[5]durante el trabajo de campo realizado en noviembre de 1996 se contó con la compañía del Sr. Emilio Parada, poblador de La Humada, que descubrió el sitio A en 1926/27 y fue quien acompañó a Carlos Gradin durante su recorrida en 1973. El afloramiento rocoso donde se localizan los sitios se encuentran en la estancia "La Leona", propiedad de la Sra. Rogelia Martin de Sepúlveda.
[6]resulta obvio aclarar que la destrucción producida por la acción vandálica en muchas ocasiones no depende de la afluencia de un gran número de personas. En trabajos experimentales llevados a cabo en áreas protegidas con mucho acceso turístico se ha comprobado que en los sitios más aislados y sin vigilancia se produce mayor destrucción que en los sitios con gran afluencia de público (Gale y Jacobs 1987).
[7]el motivo completo había sido registrado por Gradin en 1973.
[8]no se descarta la realización de una datación radiocarbónica de esta muestra en un futuro. Es esperable que la capa de pigmento rojo corresponda, al encontrarse superpuesta a los restos de asfalto o bitumen, a un momento sumamente reciente.
[9]como señala Aguerre estos aleros son frecuentados por los pobladores de Chos Malal.